La actriz debutó en el teatro de revista. Decidida a explotar toda su sensualidad, debe asumir los recelos de su entorno.
Convencida de que el esfuerzo y la disciplina son las mejores herramientas para lograr los objetivos de todo ser humano, Ileana Calabró, alcanzó todas las metas personales y profesionales que se impuso. La espectacular silueta que hoy luce la hija mayor de “Coca” y Juan Carlos Calabró no es producto de la casualidad, ni una excelente labor de algún prestigioso cirujano plástico. Todo lo contrario. Desde hace más de un año acude al gimnasio para tornear su cuerpo con ejercicios y aparatos, realizando una rutina de cinco horas diarias.
Cuando hice “Matrimonios y algo más” en televisión me agotó ponerme postizos, rellenos y decidí operarme.
—¿Cuál es la actitud que tomó su marido frente a estos cambios?
—Le cuesta un poco aceptarlos. Yo trabajé mucho con mi papá, con Darío Vittori, o Hugo Moser y no hubo ningún conflicto. En cambio, ahora estoy más expuesta. En la intimidad y a puertas cerradas, con mi marido siempre fui igual. Digamos que estoy mostrando públicamente mi sensualidad. Y en este punto, a veces no coincidimos con Fabián. Me convertí en una chica sexy para el público, pero a mi familia le cuesta aceptarlo.
—¿Su marido llegó a exponer claramente sus celos?
—No, al contrario. El siempre me apoyó. Los fines de semana, inclusive, cuando hago dos funciones y necesito descansar un poquito más, lleva a los chicos a dar una vuelta.
